domingo, 1 de abril de 2012

No es verdad

El informe PISA nos deja en uno de los últimos lugares en el ranking de calidad de los Sistemas Educativos Europeos, mientras que considera al Sistema Educativo Finés como uno de los mejores. ¿En que nos diferenciamos de nuestros colegas Fineses?¿Cómo podríamos mejorar nuestro Sistema?

Sin ánimo de exhaustividad y sólo para la reflexión, dejaré alguna des las características que  más me han llamado la atención.

Frente al 30% del fracaso escolar que tenemos en España, nuestros conciudadanos Fineses sólo tienen un 1%. Este indicador mide la tasa de abandono escolar, sería interesante contar con otros indicadores de Fracaso, tales como la persistencia del aprendizaje a lo largo de los años, quizá entonces hablásemos de otras cifras, preguntarnos por la "durabilidad" de los aprendizajes que nuestros alumnos adquieren en sus edades escolares y la disponibilidad de los mismos años después, quizá nos lleve a plantear otro tipo de escuela, quizá no.

La inversión económica de Finlandia en Investigación, Educación e Innovación es superior a la media de lo que invierten los demás países Europeos, esto se debe a que han hecho una apuesta por considerar estos tres elementos como los motores de una Sociedad de Bienestar. Es cierto que sus ciudadanos pagan más impuestos que la media europea también, pero como ellos dicen, merece la pena porque vemos su repercusión directa en los hogares en muchos aspectos.

  • La conciliación entre la vida familiar y la vida laboral tiene nombre y apellidos:

 

- Cuando una familia tiene un hijo disfruta de 180 días de baja maternal (o paternal) sufragada por el Estado vía impuestos y cotizaciones.

La mujer debe tomar obligatoriamente los 105 primeros días después del parto, los 75 siguientes pueden ser disfrutados por el hombre.

-  La cantidad media a percibir es de 900 euros mensuales para las madres y 1440 para los padres.

-  Uno de los progenitores puede permanecer de baja hasta que el niño alcance los tres años de edad, la empresa no podrá despedir al trabajador, debiéndole guardar el puesto durante este periodo, el empleado percibirá entre 63'04 y 300'01 euros por parte del Estado

  • La educación, hasta los 16 años es obliatoria  y junto con  el comedor, transporte y libros escolares es gratuita-
  • En las etapas educativas tempranas, la educación Infantil, está subvencionada, cada familia paga en función de sus ingresos y las cuotas en ningún caso superan los 200 Euros, lo cual, dado sus salarios mínimos no es una gran cantidad
  •  Los estudios universitarios son gratuitos y los estudiantes perciben del Estado 298 Euros en concepto de manutención y el 80% del  coste del alquiler de su vivienda facilitando que se independicen (hasta 201,60 €)
  • El sistema Sanitario cubre las necesidades de los escolares, incluso las de psicólogo y  dentista si las necesitasen.


En Finlandia se apostó por un profesorado muy especializado, solo los  mejores son elegidos para estudiar una carrera de magisterio de 5 años,  con una consideración social similar a la que en España tiene la carrera de  medicina, sólo podrán acceder a estos estudios estudiantes con notas medias superiores al nueve. Y se invirtió para pagarles mientras estudiaban y para hacer un sistema de formación en el que las universidades cuentan con Centros educativos de los distintos niveles, adscritos a ellas dónde los estudiantes realizan al menos 6 meses de práctica supervisadas por un profesor con experiencia.

El Sistema educativo también es muy diferente y de nuevo sin entrar en descripciones detalladas, si conviene destacar algunas diferencias para nuestra reflexión:

Los alumnos se incorporan un año más tarde porque se considera que no sólo la escuela educa, también lo hacen las familias y porque la educación a edades tempranas no debe estar basada en los aprendizajes lecto-escritores o de rudimentos del cálculo que el alumno aprenderá rápida y fácilmente a los 7 años cuando ya tiene madurez para abordarlo sin gran coste personal.

Las enseñanzas combinan materias tradicionales, Lengua, Historia, Matemática,…etc con otras que desarrollan competencias distintas, carpintería y bricolaje por ejemplo.

Los profesores de las clases ordinarias cuentan con un sistema de profesores ayudantes que entran para ayudarles con los grupos y poder poner en juego estrategias didácticas y metodológicas más acordes a la materia que estén impartiendo.

Curiosamente no tienen tantas repeticiones como en el sistema español, tal vez esto sea debido a que cuando encuentran que un alumno tiene dificultades, se trabaja con él a través del profesor ayudante o en un grupo más pequeño. Los alumnos de estos grupos de apoyo trabajan los mismo contenidos que sus compañeros, pero en un grupo más reducido que permita personalizar más la enseñanza y con una metodología ligeramente distinta, por ejemplo a estos alumnos se les prepara para abordar  los contenidos que estudiarán junto a sus compañeros en la siguiente semana, es decir se les adelanta el trabajo.

Este sistema “preventivo” me hace pensar mucho sobre las largas discusiones mantenidas con los compañeros de los Institutos por los que he pasado, en las que siempre defiendo que este es un aspecto que en España se debe mejorar.  Y que en cierta medida se ha abordado con los grupos flexibles y los desdobles, que este curso se han visto seriamente afectados por los recortes económicos en un gran número de centros. La “perversión” de nuestro sistema educativo en lo que se refiere al apoyo en grupos reducidos es que ofrece el apoyo a los alumnos cuando el retraso es, a mi juicio, excesivo, lo diré de otra forma, sólo es posible considerar el apoyo en grupos reducidos a alumnos que tienen un año de desfase curricular y esto es más grave todavía cuando nos referimos a apoyos especializados en los que el desfase debe ser de dos años. Si además consideramos que este desfase no se mide en función de la edad del alumno si no respecto del curso en el que está escolarizado, la situación puede ser verdaderamente seria.

Otro aspecto interesante es que el sistema Finladés puede derivar a los alumnos al sistema sanitario siempre que detecte cualquier tipo de problema, como decíamos anteriormente incluso al dentista.

La organización escolar también es distinta, los alumnos de primaria tienen periodos lectivos de 45 minutos seguidos siempre  de un periodo de descanso de 15 minutos, lo que según los profesionales les permite estar más descansados y atentos los 45 minutos lectivos, hasta a mi me cuesta trabajo imaginar que “eso”sea eficaz, pero tan mal no les va en las evaluaciones externas.

No quiero introducir muchos elementos de comparación, a excepción del ya hecho sobre la intervención preventiva, la intención era que  pudiésemos reflexionar al respecto.

Aunque con tanto recorte, tal vez acortar distancias sea imposible. Sin embargo no me quedo a gusto si no digo que más del 90% de las críticas que se hacen a la Educación Española y al Sistema Educativo, NO SON VERDAD.


Hace cuatro años, no sé si  largos, RED IRES (Investigación y renovación escolar), formada por un conjunto de profesores de los distintos niveles de enseñanza, indignados por la difamación que estaba sufriendo la educación en España  (...)  al ver cómo conocidos intelectuales hacían afirmaciones descabelladas sobre las razones del fracaso escolar, al observar cómo los medios difundían visiones falsas y simplificadas sobre la escuela y al escuchar continuas conversaciones en las que se daban por cierto determinados lugares comunes, sin fundamento, sobre la realidad educativa,(...)  publicaron  el Manifiesto "No es verdad", algunos de vosotros no lo conoceréis, sin embargo tal y como está el panorama actual, en mi modesta opinión este manifiesto adquiere de nuevo relevancia, os dejo una copia (no os arrepentiréis de leerlo):



sábado, 31 de marzo de 2012

Un modelo de desarrollo positivo adolescente

Tomado de Reflexiones de un Psicologo Evolutivo

No puede decirse que la gente adulta tenga una opinión muy favorable de los adolescentes. En una entrada anterior ya hice referencia a un estudio que llevamos a cabo hace unos años en el que no salían demasiado bien parados, pues calificativos como promíscuos, violentos, irresponsables o consumidores de alcohol y otras drogas eran otorgados con generosidad por los adultos entrevistados. Esta imagen tan sesgada hacia lo negativo ha propiciado un modelo de atención a la salud adolescente centrado en el déficit y en los factores de riesgo, de manera que toda intervención parece ir encaminada a prevenir alguna conducta problema, sobre todo la violencia y el consumo de drogas. No digo yo que no haya que llevar a cabo ese tipo de programas, por supuesto que es importante la prevención, pero el exceso de interés en la misma hace que nos olvidemos de la promoción de la salud y el desarrollo.

En los últimos años ha surgido en Estados Unidos un nuevo modelo centrado en el desarrollo positivo y en la competencia durante la adolescencia, que tiene sus raíces en el modelo de competencia surgido a principios de los años 80 en el ámbito de la psicología comunitaria. De acuerdo con este enfoque, denominado Positive Youth Development, prevención no es sinónimo de promoción, y una adolescencia saludable y una adecuada transición a la adultez requieren de algo más que la evitación de algunos comportamientos como la violencia, el consumo de drogas o las prácticas sexuales de riesgo, y precisan de la consecución por parte del chico o la chica de una serie de logros evolutivos.



Con el objetivo de construir un modelo de desarrollo positivo adolescente, es decir, de las competencias y características individuales que pueden considerarse más importantes de cara a definir a un chico o chica competente y con un buen ajuste, en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla hemos llevado a cabo un estudio cualitativo, mediante la utilización de dos técnicas de consenso como son el grupo nominal y la técnica delphi. El estudio contó con la financiación de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.



El grupo nominal estuvo formado por profesionales de los campos de la psicología, la psiquiatría y la educación, seleccionados en virtud de su vinculación profesional con la etapa adolescente. En el caso de la técnica delphi se contó con 30 profesionales con características similares, pero que desarrollaban su trabajo en distintas ciudades de nuestro país.

El modelo elaborado (ver Figura 1) incluye un total de 27 competencias específicas que se agrupan en cinco grandes áreas o competencias de carácter más general, y aunque todas ellas tienen un gran interés, podríamos considerar que hay un área central relativa al desarrollo personal que integra y recoge aportaciones de las 4 restantes (social, cognitiva, moral y emocional). No obstante, las relaciones entre las competencias específicas de este bloque central, y las integradas en las restantes áreas son bidireccionales, ya que un mayor desarrollo de las competencias personales relacionadas con el yo representará un impulso sobre las demás. El modelo propuesto es global o integral, y va más allá de las concepciones que se limitan a considerar el rendimiento académico o la ausencia de problemas emocionales o conductuales como los únicos indicadores del desarrollo saludable o florecimiento adolescente.



Figura 1. Modelo de desarrollo positivo adolescente elaborado a partir del estudio cualitativo



En este modelo, que considera que chicos y chicas adolescentes tienen mucha plasticidad y grandes potencialidades, el florecimiento representa el proceso por el que, implicado en relaciones saludables con su contexto, el adolescente se encamina hacia el desarrollo de una integridad personal ideal. Cuando la persona florece contribuye de forma positiva a la sociedad en la que vive. Por lo tanto, una flor que integra las cinco áreas o competencias que definen un desarrollo positivo, y que tiene la capacidad de crecer, representa una buena metáfora gráfica del modelo

El modelo del desarrollo positivo representa una visión optimista del ser humano, en general, y del adolescente, en particular, en el que cuando se dan las condiciones favorables, y chicas y chicos se ven implicados en relaciones saludables con su contexto, florecen como ciudadanos prosociales y responsables que realizan su contribución personal a la sociedad en la que están inmersos. Por lo tanto, cuando se crean esas condiciones contextuales, no solo se estará favoreciendo el desarrollo saludable de jóvenes y adolescentes, sino que, además, estaremos contribuyendo a la mejora de la sociedad.



Oliva, A., Hernando, A., Parra, A., Pertegal, M. A., Ríos, M. y Antolín, L. (2008). La promoción del desarrollo adoelscente: Recursos y estrategias de intervención. Sevilla: Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.


Oliva, A., Ríos, M., Antolín, L., Parra, A., Hernando, A. y Pertegal, M. A. (2010). Más allá del déficit: Construyendo un modelo de desarrollo positivo adolescente. Infancia y Aprendizaje, 33, 223, 234.




El papel de los padres en el rendimiento escolar de sus hijos


Hace unas semanas la Fundación de Cajas de Ahorro presentó en Madrid el estudio Educación y Familia: los padres ante la educación general de sus hijos en España, realizado por los profesores de la Universidad Complutense Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez. El estudio recoge la opinión de padres y madres a partir de 820 encuestas, y aunque se trata de una investigación modesta, ofrece algunos resultados interesantes. Por ejemplo, según este estudio, los padres que se implican más en la educación tienen hijos que obtienen mejores calificaciones. Bien, ya sé que no es ninguna novedad, pero está bien disponer de más datos que destaquen el importante papel que desempeñan los padres.

Otro resultado de esta investigación puede parecer algo más sorprendente: contrariamente a lo que algunos piensan, cada vez son más los padres y madres que se implican de forma activa en la educación de sus hijos. Así, cuando se comparan los datos de este estudio con los de otro realizado en el año 2000, se observa un significativo aumento de la participación parental en tareas como apoyar en las tareas escolares o acudir a reuniones con los profesores. Por lo tanto, volvemos a encontrar alguna evidencia que contraría las ideas de que los mundos de la escuela y la familia se están resquebrajando y de que “cualquiera tiempo pasado fue mejor”.



Desde este blog me gustaría ofrecer algunas sugerencias que pueden ser de interés para padres y madres que quieran ofrecer ese apoyo a sus hijos, pero que no tengan claro cómo hacerlo, especialmente para quienes tienen hijos que se encuentran al comienzo de la educación secundaria, ya que a medida que niños y niñas van cumpliendo años sus madres y padres pueden tener más dudas sobre cómo ayudarles.



Algunas cosas que podéis hacer:


Mantened contactos con el centro escolar. Existen diferentes formas de hacerlo, desde hablar con el tutor/a, colaborar con el centro, o participar en los órganos de gestión como el Consejo Escolar o las AMPAS.


Hablad con vuestro hijo o hija de las cosas relacionadas con el colegio. De las asignaturas y actividades, de sus compañeras y compañeros, del profesorado... Es importante que sienta que os interesáis por lo que vive en el instituto.

Ayudadle a organizar su tiempo. Muchas veces no obtienen el máximo rendimiento de sus horas de estudio porque no saben cómo hacerlo. Madres y padres nos interesamos, pero a veces no vamos más allá del “trabaja duro”, y no les explicamos cómo hacerlo. Ayudadle a organizar su tiempo libre y supervisad su trabajo.

Prestad atención durante todo el curso a su trabajo y su rendimiento escolar, y no sólo cuando llegan las notas al final de cada trimestre.Mostraros atentos ante una disminución en su rendimiento. Las malas notas pueden significar muchas cosas: poco esfuerzo, desinterés, problemas personales –peleas con los compañeros o un desengaño amoroso- o dificultades de carácter más cognitivo, como problemas de comprensión lectora o con las matemáticas. Escuchad sus razones del suspenso, hablad con su tutor o tutora, no dramaticéis y animadle a seguir trabajando.

Apoyadle en las tareas escolares. Podéis hacerlo de distintas formas: ayudándole en tareas concretas cuando no entiende algún problema, cuando necesita ayuda para estudiar algún contenido, sugiriéndole dónde puede encontrar información... Preguntadle por lo que está estudiando, revisad sus esquemas y resúmenes..., pero ¡ojo!, no hagáis sus tareas. Es él o ella quien tiene que trabajar. Podéis darle vuestro apoyo y consejo, pero sin duda, el principal esfuerzo es suyo.



Motivadle y fomentad su interés. Hacedle ver lo importante que es lo que aprende en la escuela, y no sólo porque le va a servir en el futuro, sino que los contenidos escolares tienen un sentido y una utilidad aquí y ahora. Por ejemplo, la importancia que tienen los idiomas para navegar por internet, o la historia para entender los problemas sociales actuales.


Aportadle material y situaciones que favorezcan su aprendizaje. Es importante pueda disponer de recursos educativos como libros u ordenador. Igualmente, es fundamental hablar con vuestro hijo o hija sobre temas sociales, culturales e interpersonales y planificar algunas salidas o visitas de carácter cultural a museos, cines o conciertos.

Facilitad un ambiente de apoyo y confianza. Un contexto familiar positivo, en el que se combinen las exigencias con el apoyo, es fundamental para el buen ajuste escolar.